El puente del Perdón se construyó a principios del siglo XVIII. Consta de tres arcos de medio punto y bóvedas de medio cañón, separados por pilares semicirculares sobre las que se sitúan bancos de piedra en su superficie peatonal, proporcionando al viajero un lugar de descanso donde disfrutar de la tranquilidad que ofrece el paraje.
Según la leyenda, su nombre se debe a que, antiguamente, los delincuentes en este lugar podían apelar su inocencia ante un tribunal.
El Camino Natural del Valle del Lozoya comienza en este punto.