La empresa Riegos y Fuerzas del Ebro, perteneciente a FECSA y conocida como “La Canadiense”, bajo la dirección del ingeniero estadounidense Frank Pearson, inició a principios del pasado siglo las obras del Canal de Seròs. La finalidad de este gran proyecto, que se complementaba con el embalse de Utxesa, que actuaba como depósito de regulación, era producir energía eléctrica y regar cultivos de secano, lo que supuso para Lleida una gran revolución económica y social.
El inicio del recorrido, que a lo largo de sus 14 km recupera el antiguo camino de vigilancia de FECSA, se localiza junto al puente de la carretera de entrada a Torres de Segre, punto desde el que es posible emprender dos rutas diferentes. La primera es una corta senda que comunica dos observatorios de aves sobre las orillas del río Segre y la segunda, un agradable paseo que conduce hasta el embalse de Utxesa.
El primer recorrido comienza junto a la placa conmemorativa de la inauguración de este Camino Natural, y continúa hasta el observatorio de la presa, donde en cualquier época del año se puede descubrir buena parte de la gran diversidad de especies de aves de la zona. Volviendo por el puente al mismo camino y siguiendo recto, la senda se topa con un área de descanso. El trazado sigue paralelo al cauce y, tras superar el primer kilómetro, dejando dos desvíos a la izquierda, se alcanza el segundo observatorio ornitológico sobre el río Segre.
Para emprender la segunda ruta que se encamina al entorno del embalse de Utxesa, hay que atravesar el pueblo de Torres de Segre por el carrer de Raval del Pont, dejando a la derecha la monumental iglesia parroquial que alberga una importante colonia de cigüeña blanca (Ciconia ciconia). Una vez allí, es necesario girar a la izquierda en el carrer de Creu y proseguir hasta una rotonda de la carretera, para luego girar hacia la izquierda en dirección a Utxesa. Siguiendo siempre la señalización granate de Caminos Naturales, se sale de esta localidad en el kilómetro 3 y se llega al canal de Seròs, desde donde hay que seguir a la derecha junto al vallado de madera. Durante esta primera parte del recorrido se comparte trazado con el tráfico rodado y por tanto habrá que extremar la precaución.
Continuando el Camí de Tingudes, contiguo al canal, se prosigue durante cerca de un kilómetro y medio por un paisaje de plantaciones de frutales, en dirección al observatorio elevado y al tramo del embalse de Utxesa. Dejando siempre las vías de acceso a fincas privadas que aparecen a lo largo del Camino, se supera el kilómetro 5 y se alcanza el “observatorio elevado del 19”, desde donde se pueden observar especies tan llamativas como las garzas reales (Ardea cinerea) e imperiales (Ardea purpurea), somormujos lavancos (Podiceps cristatus), garcillas bueyeras (Bubulcus ibis), ánades reales (Anas platyrhynchos) o cigüeñuelas (Himantopus himantopus).
Continuando por la pista se llega a un nuevo cruce con varios accesos en su parte derecha, a las parcelas de frutales. El Camino gira a la izquierda hacia el mirador de Joquers y el Punto de Información y Acogida. A lo largo de este tramo se discurre en paralelo al embalse de Secà, donde se observa un imponente paisaje de especies propias de humedales, como carrizos (Phragmites australis) y juncos, mientras la ruta sigue recta tras un pasaje delimitado a ambos lados, por un vallado de madera.
Este “Caminet del Pantà”, conduce a un cruce con la carretera de Utxesa, a la cual hay que incorporarse por la izquierda para llegar, en el kilómetro 7, desde donde se contempla una nueva vista panorámica del embalse de Secà. Al retomar el asfalto se alcanza el punto de unión del tramo circular que rodea el embalse de Utxesa. En estos tramos compartidos de carretera se tendrá que extremar la precaución.
La carretera llevará al visitante por un desvío al área de descanso de la Fonteneta, donde podrá disfrutar de un alto en el camino. Volviendo a la ruta, la calzada desemboca en el Punto de Información y Acogida donde se ofrecen visitas guiadas tanto al río Segre como al embalse de Utxesa. Asimismo, en este lugar se pueden alquilar bicicletas o reservar el refugio de pescadores situado al oeste del embalse.
Pocos metros antes de este centro existe la opción de tomar una senda a la izquierda que, entre arizónicas (Cupressus arizonica), se acerca a las casas de los empleados de FECSA. Al llegar a este punto, se cruza la carretera, y el Camino conduce a la “Pasarela del Camino Natural” sobre el canal de Seròs. La ruta atraviesa otra vez el asfalto y circula un corto tramo por un pinar para continuar viaje por la carretera que lleva hasta la urbanización “Pescadors”, y tras recorrerla continúa hacia la izquierda, hasta las orillas del embalse.
Justo antes de alcanzar el kilómetro 10 del recorrido se encuentran los puestos de pescadores, donde se desarrollan las frecuentes competiciones de pesca que se realizan en la zona. A continuación, se halla el cruce a la derecha que no se debe seguirse, que conduce hasta la pista de Torres de Segre a Sarroca de Lleida. Sobrepasada un área de descanso, el Camino desemboca en otra pista que es preciso tomar hacia la izquierda. Rodeando el extremo sur del embalse, y girando una vez más a la izquierda, se alcanza elmMirador del Molí, donde se encuentran las ruinas de un antiguo molino.
Desde aquí se contempla una espléndida panorámica del embalse, declarado Reserva Natural de Fauna Salvaje en octubre de 1990, debido a la gran diversidad de especies que alberga. También está integrado en el Plan de Espacios de Interés Natural de Cataluña (PEIN) por la gran riqueza de su biodiversidad, aunque su principal importancia radica en ser un lugar esencial para las aves migratorias.
El Camino Natural ofrece desde esta orilla una estupenda vista de los puestos de pescadores, pero hay que estar atentos para girar a la derecha al entrar a la urbanización de Utxesa-Molí. En ese punto el recorrido continúa hacia la izquierda, por la carretera de Utxesa y, siguiendo la señalización granate, atraviesa otra urbanización hasta que alcanza una intersección en la que se puede optar por dejar un momento el itinerario para asomarse al paisaje desde el “Mirador de les Comportes”.
La ruta avanza por el camino de Les Piles hasta un nuevo cruce desde donde, siguiendo de frente, se llega al último observatorio de aves, el de “Arpell”. Basta con avanzar unos pocos metros para cruzar el puente que cierra el recorrido circular alrededor del embalse de Utxesa, alcanzando así el punto final de esta segunda ruta del Camino Natural del río Segre y embalse de Utxesa.
La migración de las aves es un fenómeno causado, más que por las variaciones climáticas, por el descenso en la disponibilidad de alimentos, que puede comprobarse en buena parte de la Península Ibérica, en otoño y en primavera.
Muchas especies migratorias, generalmente insectívoras, eligen nuestras latitudes para invernar, alimentándose durante este periodo de granos y semillas, pero regresando en los primeros meses del año a sus lugares de origen del centro y norte de Europa, donde crían. Frente a estas especies denominadas invernantes, hay otras, que sólo están presentes desde la primavera hasta el otoño, son las aves migratorias estivales, que aprovechan su estancia para criar, regresando a sus cuarteles de invierno a finales de verano.
Pero también hay aves sedentarias, que eligen pasar todo el año en el mismo lugar, adaptándose a una alimentación muy variada.
Las aves de paso son aquellas que aprovechan para descansar en su largo viaje migratorio, las zonas húmedas que han ido trazando durante generaciones el recorrido de su ruta. Por ello el mantenimiento de humedales como el embalse de Utxesa resulta esencial para especies que, aunque no nidifican ni invernan en España, sin su existencia no podrían sobrevivir a su migración.
Gracias a las migraciones animales, la naturaleza consigue un aprovechamiento más eficaz de sus recursos, permitiendo un equilibrio óptimo entre los distintos ecosistemas.