Esta senda permite hacer un breve viaje al pasado recorriendo el antiguo ramal ferroviario que discurre desde el lavadero de carbón de Villablino hasta Villaseca de Laciana, para continuar después por otro ramal en desuso que unía el cargadero de esta localidad con el de El Castro. Este itinerario es una pequeña muestra de lo que la minería supuso para esta comarca en la que se entretejía una red de vías estrechas y tramos de planos inclinados que hacían posible transportar los minerales desde Villablino hasta Ponferrada.
El trazado de este Camino Natural, ciclable en su totalidad, comienza en el antiguo lavadero de carbón de la localidad leonesa de Villablino. A pesar de que la infraestructura se encuentra en proceso de desmantelamiento, aún es posible palpar la importancia que la minería ha tenido para la zona. Este recorrido sigue en parte los pasos del ferrocarril minero de ancho métrico que hasta el año 2012 unía la estación de Villablino con el cargadero de Villaseca de Laciana, para continuar después hasta el cargadero de El Castro a través de un tramo de la antigua red ferroviaria de 60 cm de ancho.
El itinerario avanza en paralelo al río Sil y deja atrás el núcleo urbano de Villablino para adentrarse en una zona en la que predominan las pequeñas huertas familiares, que aprovechan las fértiles tierras aledañas al río. En el apartadero de Sosas es posible hallar un área de descanso y un panel interpretativo que permiten disfrutar del paisaje y conocer un poco mejor los edificios mineros que fueron parte del extinto trazado ferroviario que atravesaba esta zona.
El río Sil es uno de los grandes protagonistas de este recorrido que avanza por esta región minera siguiendo los pasos de su cauce. Se atraviesa el puente de Sosas que cruza el cauce fluvial homónimo poco antes de su desembocadura en el Sil.
La confluencia de otros dos ríos, en este caso el Bayo y Sil, precede a la carretera LE-493 que se supera gracias a un paso subterráneo construido para tal efecto y que conduce hasta la localidad de Rioscuro (una de las entidades de población que componen el municipio de Villablino), donde un espectacular puente de piedra sobre las aguas del Sil da la bienvenida al viajero. Poco después, el puente ferroviario de Rioscuro deja el río a la izquierda del itinerario y desde este enclave será posible avistar ejemplares de ganado vacuno o equino pastando en pequeños prados cercanos al cauce.
El recorrido continúa remontando el serpenteante cauce del río Sil, que conduce al caminante hasta una pequeña área de descanso con una antigua casa de piedra que precede al puente de Robles, situado al sur del núcleo urbano de Robles de Laciana (perteneciente también al municipio de Villablino), que, de nuevo, pasa sobre las aguas del río Sil.
Dos pequeños tramos compartidos, de 91 y 86 m respectivamente, se suceden en el trazado, para alcanzar poco después el puente de Arias (más conocido localmente como Puente Regalado), cercano al abandonado cargadero de Arias, cuyos restos, a la derecha del itinerario, son la antesala de un cruce de caminos en el que se avanza sin separarse del río hasta llegar al puente de Villaseca, para poco después girar unos 180º y ascender por una rampa hormigonada que conduce hasta la explanada donde se ubicaba el antiguo cargadero de Villaseca de Laciana, pedanía integrada en el municipio de Villablino.
Tras dejar atrás el núcleo de Villaseca, el itinerario se prolonga por uno de los ramales secundarios de 60 cm de ancho que unían las mimas de Lumajo con el cargadero de Villaseca. Tras superar el cauce del río Almuzarra gracias al puente de Lumajo, se pone punto final al Camino Natural de Villablino a Villaseca, que concluye su recorrido en el cagadero de El Castro, junto con un panel interpretativo y un área de descanso que permiten disfrutar de este enclave de pasado minero.
El municipio de Villablino constituye la capital de la comarca leonesa de Laciana, que se extiende en torno al valle del río Sil. Tanto la historia como la economía de esta zona han estado siempre estrechamente vinculadas con la actividad minera, tal y como atestiguan los restos de canalizaciones y pequeños embalses dedicados a la minería, algunos de los cuales datan de la época romana. Un hecho esencial para este enclave minero fue, sin duda, la creación en 1918 de la empresa Minero-Siderúrgica de Ponferrada, S. A. (MSP), que puso en marcha la construcción del ferrocarril minero Ponferrada-Villablino. Además de este eje principal, que modernizó la extracción y el transporte de carbón, poco después se construyeron otros dos ramales hasta Villaseca de Laciana y hasta Caboalles de Arriba, además de otras redes secundarias de 60 cm de ancho, cables aéreos y tramos de planos inclinados. No obstante, todo este entramado ferroviario cesó su actividad definitivamente en el año 2012.
Por otro lado, esta comarca posee un enorme patrimonio cultural y arquitectónico, en el que sobresalen un gran número de castros prerromanos y romanizados, como el Castro de la Zamora (Sosas de Laciana) y el Castro de la Muela (Rioscuro). Asimismo, destacan también diferentes iglesias de época medieval, como la de Robles de Laciana y la de Rioscuro.
En cuanto al entorno natural, Laciana presenta una gran biodiversidad, con paisajes que van desde los ecosistemas de ribera hasta los de montaña. Prueba de ello es el régimen de protección con el que cuenta, ya que ha sido declarada como Reserva de la Biosfera Laciana, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Alto Sil. Las especies de fauna más emblemáticas de la comarca son el urogallo común (Tetrao urogallus) y el oso pardo (Ursus arctos).