La historia de este espacio protegido comienza el 22 de julio de 1918, cuando se declara únicamente al macizo oriental de esta cordillera como Parque Nacional de la Montaña de Covadonga. Su actual denominación se declara el 30 de mayo de 1995, al ampliar su territorio hasta 64.660 ha que, integradas en la Red de Parques Nacionales, son declaradas por la UNESCO en 2003 Reserva de la Biosfera.
Este Camino Natural se inicia justo debajo de la pasarela de madera que cruza la carretera N-262. Desde este punto, comienza a subir por una ladera cubierta de retamas y tojos (Ulex sp.), para continuar después en llano hasta adentrarse en un gran bosque de castaños (Castanea sativa), abedules (Betula sp.) y arces (Acer campestre).
A la izquierda de la ruta se ve La Cruz de Priena, un promontorio de más de 700 m de altitud, que es un observatorio privilegiado desde donde puede verse el mar, el Sueve, Arriondas, Cangas, Covadonga, la carretera de los Lagos y las mayores cimas de estos valles.
Desde el bosque comienza una suave pendiente que pasa junto a una cuadra tradicional y un prado, donde empieza a ser más frecuente la presencia de las hayas (Fagus sylvatica). Poco a poco, el recorrido se adentra en el Parque Nacional de los Picos de Europa, y empiezan a divisarse entre los árboles el monasterio de San Pedro, y las torres de la basílica de Santa María la Real. La ruta concluye en la parte oeste del conjunto monumental de Covadonga, situado en un paraje de excepcional belleza.
Este territorio protegido que representa los ecosistemas ligados al bosque atlántico, se encuentra en la mayor formación caliza de la franja atlántica europea. Los procesos cársticos de su geología han dibujado un impresionante paisaje sembrado de cuevas, desfiladeros y simas que superan los 1.000 m, denotando también una gran erosión glaciar de la que permanecen como herencia los lagos de sus cumbres.
Entre sus riscos es posible encontrar especies tan esquivas como el rebeco (Rupicapra rupicapra), mientras que en los abundantes bosques de la zona, son frecuentes los corzos (Capreolus capreolus), rebecos (Rupicabra rupicabra, lobos (Canis lupus) y también la presencia ocasional de algún oso (Ursus arctos).
En el Parque Nacional de los Picos de Europa habitan más de cien especies de aves, entre las que merecen destacarse el pito negro (Dryocopus martius) y el amenazado urogallo cantábrico (Tetrao urogallus). También son muchas las grandes rapaces, como el buitre leonado (Gyps fulvus) y el águila real (Aquila chrysaetos) que a diario sobrevuelan un paisaje único, rico en leyendas, tradiciones e historias.
Covadonga, Cuadonga en asturiano, es una parroquia del concejo de Cangas de Onís integrada en el territorio protegido del Parque Nacional de Picos de Europa, que acoge un santuario edificado en honor a la Virgen, en conmemoración a la derrota en el año 722 de las tropas musulmanas en la batalla de Covadonga.
En el interior de este conjunto monumental, el más visitado del Principado de Asturias, destaca la “Santa Cueva”, donde según la tradición se refugió el ejército cristiano durante los combates que dieron comienzo a la Reconquista, y que actualmente acogen la capilla-sagrario con la imagen de la Virgen de Covadonga, la “Santina”, y la tumba de Don Pelayo.
Otro monumento de visita obligada es la basílica de Santa María La Real, ideada por Roberto Frassinelli y edificada entre 1877 y 1901 íntegramente en en estilo neorrománico con piedra caliza rosa por el arquitecto Federico Aparici.
Junto al monasterio de San Pedro, en la explanada de la basílica también se encuentran la Casa Capitular y una estatua de bronce de don Pelayo de 1964, del escultor Eduardo Zaragoza.
Otras curiosidades de este conjunto son “La Campanona”, campana de tres metros de altura y 4.000 kg de peso, construida en 1900 en La Felguera por el escultor italiano Sortini. Esta pieza, donada por el conde Sizzo-Norice y Luis Gómez Herrero, fue ganadora del primer premio en la Exposición Universal de París. Y el obelisco, que contiene la réplica de la Cruz de la Victoria, levantado en 1857 por los duques de Montpensier en el lugar llamado «El Repelao», donde según la tradición fue coronado rey don Pelayo.