Esta ruta de 22,5 kilómetros es una de las dos alternativas que completa el Camino Natural del Románico Palentino. Arranca de la Ruta del Carbón de Cok, pasado Cozuelos de Ojeda, y atraviesa el norte de la comarca de La Ojeda, entre las llanuras de Tierra de Campos y el murallón rocoso que forman las primeras cumbres la Cordillera Cantábrica. En Dehesa de Montejo vuelve a unirse al itinerario principal.
La alternativa se inicia en un cruce de caminos, coincidente con el punto kilométrico 18 de la Ruta del Carbón de Cok, en su segunda etapa, junto a un panel indicativo del Camino Natural. El firme en este tramo del camino alterna entre tierra y grava.
La ruta comienza descendiendo por el Camino de la Lagunilla de la Vegauna para adentrarse en un paisaje ondulado, formado por un mosaico de pastos y campos de cultivo, principalmente de cereal, patata y ajo. Al final de la primera pendiente descendiente, y coincidiendo con el punto kilométrico 1, se llega a una bifurcación bien señalizada, donde el camino continúa a la derecha por el firme de grava, pasando sobre el pequeño arroyo de Valdizma.
Poco después gira a la izquierda para colocarse en perpendicular a la carretera P-227, hacia la que se dirige hasta llegar a un nuevo cruce, antes del segundo punto kilométrico. En esta intersección, el camino gira a la derecha y prosigue en paralelo a la carretera entre campos de cultivo durante aproximadamente novecientos metros, hasta un nuevo cruce poco después de pasar el Arroyo del Agua.
Aunque el camino continúa por la derecha, merece la pena tomar el desvío de 200 metros hacia la izquierda para visitar la llamativa ermita de San Pelayo, junto a la carretera. Se trata de uno de los monumentos más antiguos del románico palentino y en el interior se conservan los restos de las pinturas románicas más destacables de la provincia, en las que se aprecian bien los apóstoles y figuras de los meses del año. El ábside presenta decoración de arcos lombardos, muy extraña en Palencia. La portada reutiliza capiteles y fustes de un edificio mozárabe o visigodo anterior.
De vuelta en el cruce, el camino prosigue durante otros dos kilómetros hacia Perazancas de Ojeda, rodeando por la derecha una loma junto al pueblo. La ruta continúa por la vega del Arroyo del Agua, siguiendo un ondulado pavimento de grava a la izquierda, hasta encontrarse con el camino de Perazancas de Ojeda. En este punto ya se divisa el casco urbano y el camino gira a la izquierda y comienza a descender en busca de la carretera P-227.
Antes de alcanzar la carretera el camino pasa por encima del río Tarabás, junto al lavadero de la Fuente de los Tres Caños. Desde aquí se divisa el campanario de la iglesia de la Asunción. Para llegar hasta ella, el camino toma la carretera a la derecha hasta el primer cruce y gira a la izquierda por una calle adoquinada; nada más entrar en ella se encuentra un panel informativo. La iglesia de la Asunción conserva la portada del templo románico original; un destacable trabajo románico con figuras de músicos decorando la arquivolta central. En su interior alberga un interesante Cristo gótico, así como una pila bautismal románica.
El camino prosigue por la misma calle hasta llegar a un cruce, donde continúa recto por una calle con pavimento de hormigón, dejando a la derecha una parcela de cereal en cuya linde se encuentra el quinto hito kilométrico de la ruta.
El camino abandona el pueblo por el oeste, en un giro casi perpendicular a la derecha, por la calle Henares Pérz. A las afueras del núcleo urbano el pavimento vuelve a ser de grava y se interna de nuevo entre ondulados campos de cultivo hacia Montoto de Ojeda.
A dos kilómetros de Perazancas, la ruta desemboca en una bifurcación bien señalizada, donde continúa por la izquierda en ligero ascenso a lo largo de unos doscientos metros, hasta una nueva bifurcación, en la que el camino se ramifica y la ruta prosigue por la derecha. Desde este punto comienza un ligero descenso por pavimento de grava, que lleva entre pastizales, cultivos y extensiones de encinar, hasta la iglesia de San Esteban, situada en una pequeña loma a la entrada de Montoto.
Tras visitar la iglesia, un templo de finales del siglo XII modificado sustancialmente en siglos posteriores, el camino gira hacia la derecha por el primer cruce y desciende hasta el pueblo, que se encuentra en la ribera del río Montoto. Atraviesa la población por el puente sobre el río y, tras cruzar el cauce, abandona la pequeña localidad por el oeste, subiendo por una cuesta de tierra.
En el recorrido hacia Pisón de Ojeda el paisaje comienza ser más abrupto, a medida que nos acercamos a la montaña palentina, que se divisa al fondo. En lo que queda de la ruta se vuelven más abundantes los pinares de repoblación, que se intercalan en el mosaico de cultivos y encinares.
El camino atraviesa la población de Pisón de Ojeda por la calle Mayor y, antes de llegar al río Burejo, que cruza por un puente, se puede hacer una pequeña parada para visitar la iglesia de San Pelayo, en lo alto de una cuesta a la izquierda. Se trata de un sencillo templo de principios del siglo XIII, pero remodelado posteriormente, incluyendo su restauración en la década de los 80.
Tras cruzar el río, el camino continúa por la calle Mayor hasta su desembocadura en la carretera PP-2223 a Amayuelas de Ojeda. Después prosigue por el Camino de Pisón de Ojeda, y posteriormente por el Camino de la Pedrera, que sigue el cauce del Arroyo de Fuente el Moro. El camino abandona el curso del arroyo en un giro a la derecha, hasta una bifurcación poco más adelante. Aquí el Camino de Pisón sigue recto y la etapa continúa a la izquierda por el Camino del Nogal, entre fincas, en dirección noroeste y paralelo a la PP-2223. Entre el camino y la carretera discurre de nuevo el río Burejo.
Cuando finaliza el Camino de El Nogal, el recorrido gira a la derecha, cruzando sobre el río Burejo, para incorporarse a un camino de acceso a fincas que se encuentra pegado a la PP-2223, y prosigue por él hasta que desemboca en la carretera a la entrada de Colmenares de Ojeda. Comparte el trazado con ella durante unos 200 metros, pasando por un puente sobre el Arroyo de Valdeur, para girar posteriormente e internarse en el pueblo entre varias casas por la segunda calle a la izquierda.
Atravesando Colmenares, el camino pasa por delante de la iglesia de San Fructuoso, del siglo XVI. Su pila bautismal, del siglo XII, es una de las más espectaculares de la provincia y es el vestigio principal de la antigua iglesia románica, que fue sustituida por el edificio que existe actualmente.
Tras pasar la iglesia, el camino abandona Colmenares hacia el noroeste por un camino de cemento que pronto pasa a ser de tierra. Prosigue hasta un cruce de varios caminos, donde hace un giro en ángulo recto a la derecha y continúa en paralelo a la PP-2223.
Desde ahí, cruza perpendicularmente la carretera y gira a la izquierda colocándose en paralelo a ésta por el otro lado, hasta un cruce a la entrada de Dehesa de Montejo. A mano izquierda se puede llegar hasta la iglesia de San Pelayo, a la entrada del pueblo y junto al cementerio, un edificio originalmente del siglo XII pero completada entre el XV y XVII. También se indica en este cruce la posibilidad de llegar al espacio natural protegido Tejada de Tosande, a unos 5 km. A la derecha se divisa ya el panel que marca el final de la ruta, donde esta etapa se vuelve a unir con la ruta del Carbón de Cok.
Al noroeste de Dehesa de Montejo se encuentra la Tejada de Tosande, un espacio natural protegido que se encuentra incluido en el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre-Montaña Palentina declarado en el año 2000.
Este pequeño bosquete relicto, integrado dentro de un extenso hayedo, es una de las concentraciones de tejos más destacables de España. Se encuentra en la vertiente norte de la Peña Horacada, en cotas entre los 1.300 y 1.500 metros de altitud.
La tejada de Tosande es una de las más importantes de la Península Ibérica, no solo por el número de ejemplares existentes, que superan los setecientos, sino por la longevidad que alcanzan muchos de sus individuos, hecho que se aprecia por el perímetro de sus troncos, algunos de los cuales superan los tres metros.
Para conocer este bosque se puede realizar la ruta PR-P 03 “Senda de la Tejeda de Tosande”, de 11 kilómetros y una duración aproximada de 5 horas, a la que se puede acceder desde un aparcamiento habilitado a la altura del kilómetro 2,2 de la carretera regional CL-626 de Cervera de Pisuerga a Guardo.
A lo largo del recorrido por estas rutas del Camino Natural Románico Palentino se pueden encontrar rebaños de ovejas de la raza Churra. Se trata de una raza autóctona de fomento presente a lo largo de toda la meseta castellana y de gran rusticidad. Está especializada tanto en la producción de leche (muy apreciada para la elaboración de queso) como en la de carne (de la que se obtiene un lechazo de gran calidad). La cría de estos animales favorece el mantenimiento de un modelo de ganadería extensiva y tradicional en nuestros territorios.