El camino recorre el término municipal de la monumental Calatayud, siguiendo en gran parte el recorrido de los antiguos trazados ferroviarios. El Castillo de Ayub, el yacimiento de Augusta Bilbilis, el río Jalón, la vega del río Jiloca y sus bellos campos de frutales, acompañan al viajero en este espectacular trazado cargado de sorpresas por descubrir.
El antiguo trazado del ferrocarril Santander – Mediterráneo en su tramo por Calatayud, comienza en el límite de este término municipal con el de Torralba de Ribota. La inconfundible señalización de Caminos Naturales, un banco y un aparcabicis dan la bienvenida al viajero, que comienza el trayecto en ligera bajada avanzando en paralelo a la carretera N-234. De inmediato, el usuario encuentra algunos indicios del pasado ferroviario de este itinerario, tales como señales y una caseta en ruinas del guardabarreras del antiguo paso a nivel.
A la izquierda del camino el paisaje protagonista es la estepa bilbilitana, ecosistema árido a primera vista pero con gran abundancia de especies animales y vegetales, y con un relieve que da lugar a numerosos barrancos que desembocan en el río Ribota.
El caminante deja atrás un cruce de caminos que dan acceso a huertos familiares y segundas residencias así como a zonas con cultivos de frutales. A la derecha del camino las lomas se encuentran pobladas de pinos, encontrándose al pie del monte la ermita del Cristo de la Ribota.
Al continuar el viaje, se cruza por el puente sobre el río Ribota, y poco después se encuentra un panel que ilustra e informa al usuario sobre la belleza, naturaleza y evolución de los paisajes lunares que aquí se forman fruto del proceso erosivo.
Avanzando por el suave relieve que brinda el antiguo trazado del ferrocarril, ideal para la práctica del cicloturismo, se alcanza un cruce de caminos, donde se indica al viajero la existencia del Camino de la Veracruz que conduce, a la parte este del Castillo de Ayub. Transitando de nuevo en paralelo a la carretera N-234 se alcanza el cementerio de Calatayud y se deja a mano izquierda del recorrido.
Después, un área de descanso permite recuperar fuerzas al viajero. Además, se proporciona información sobre el importante patrimonio cultural de origen romano y musulmán que posee Calatayud: el yacimiento de Augusta Bilbilis y el complejo fortificado de Ayub. Poco antes del área de descanso el camino gira a la izquierda y poco después a la derecha para posteriormente cruzar la carretera extremando las precauciones.
Tras un pequeño repecho, el recorrido avanza de nuevo por el antiguo trazado del ferrocarril. En este tramo está señalizado un Área Deportiva y un Sendero Verde a la derecha del camino. Inmediatamente después de esta indicación, se cruza el puente sobre el río Jalón.
A continuación, finaliza la señalización de Caminos Naturales y comienza un tramo urbano carente de señalización que da continuidad al itinerario, abandonando el antiguo trazado ferroviario del Santander – Mediterráneo por el camino ancho de la derecha, conocido como camino de las Fuerzas Armadas.
El camino se posiciona en paralelo al río Jalón justo antes de cruzar la carretera N-IIa, para lo que se recomienda el paso de cebra situado a pocos metros. Ya dentro del núcleo urbano de Calatayud se avanza por la senda fluvial del río Jalón. El camino es de tierra hasta un puente de moderna construcción, a partir del cual el firme pasa a ser pavimentado, en un divertido paseo urbano que serpentea solidario al río. Se supera el paseo Sixto Celorrio por un paso subterráneo, y se llega poco después al cruce de la carretera N-234, para el cual existe un paso de peatones.
Se continúa avanzando por el carril bici, remontando el río Jalón, y se abandona poco a poco el núcleo urbano de Calatayud al mismo tiempo que dicho carril se convierte en un camino ancho de tierra. Un descansadero y un panel interpretativo en el azud de Carrau, permiten al usuario disfrutar del río y conocer las principales características y motivaciones de estas construcciones, para poco después finalizar esta parte del trazado en un camino a la izquierda del río.
En el punto anteriormente mencionado, el trazado presenta una discontinuidad, a la que se dará solución en un futuro, concluyendo en un itinerario continúo que supere las infraestructuras cercanas (carreteras, líneas de ferrocarril, etc…).
El camino se retoma en el área de descanso Cifuentes. Pocos metros después la antigua casa en ruinas del guardabarreras precede a la carretera, que debe cruzarse extremando las precauciones. El viajero se zambulle en la vega del río Jiloca, donde los cultivos de frutales dominan el paisaje, actividad tradicional desarrollada en esta zona desde tiempos ancestrales, según datan numerosos historiadores de diferentes épocas.
Finalmente, el viajero llega al límite municipal de Calatayud con Paracuellos, punto en el que finaliza este tramo del Camino Natural Santander-Mediterráneo.
Ciudad monumental aragonesa con un impresionante conjunto arquitectónico Mudéjar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2001. El río Jalón baña con sus aguas la ciudad que poco antes ha recibido las aguas del río Jiloca. Las tierras fértiles de estos valles han sido cultivadas desde tiempos inmemoriales, citándose ya en época romana. En la actualidad sus frutas y hortalizas gozan de un afamado prestigio gracias a su gran calidad.
El origen de la antigua ciudad se remonta a poblados celtíberos situados en los cerros de Bámbola y Santa Bárbara. Posteriormente en esta localización se erigiría la ciudad romana de Bilbilis Augusta, que contó en su época de mayor esplendor con foro, teatro y termas, y hasta acuñó moneda. Procedente de esta época es el gentilicio “bilbilitano”. El poeta Marco Valerio Marcial fue uno de los personajes destacados de la ciudad.
En su actual ubicación y ya de época árabe se conserva el conjunto fortificado formado por largas murallas y cinco castillos: Castillo de Ayub o Mayor, Castillo de Doña Martina, Castillo de la Torre Mocha, Castillo Real o del Reloj y Castillo de la Peña, siendo el mayor de sus castillos el que da nombre a la ciudad (Qal’atAyyub).
Otro acontecimiento destacado de Calatayud es el que tuvo lugar en la iglesia de San Pedro de los Francos, que acogió en el año 1461 la coronación del rey de Aragón, Fernando II (El Católico).
El patrimonio arquitectónico y cultural es muy abundante y se encuentra diseminado entre las calles de la ciudad, ofreciendo al visitante nuevas sorpresas en cada esquina. Destaca la excelente gastronomía y fiestas como las celebradas en honor a la Virgen de La Peña y a San Roque.