El Camino Natural Vía Verde del Tren Secundario de Castilla cuenta con casi 30 km de longitud, y ha sido proyectado sobre el antiguo trazado ferroviario del emblemático ferrocarril llamado popularmente como “Tren Burra” por su lentitud. Fue construido para transportar la enorme producción cerealista de la comarca hacia los puertos del Cantábrico. El Camino Natural parte de la ciudad de Palencia y atraviesa los términos municipales de Grijota, Villamartín de Campos, Mazariegos, Baquerín de Campos para finalizar en Castromocho. El recorrido permite disfrutar de la Tierra de Campos y sus extensos campos cerealistas, así como de los humedales recuperados de la Laguna de la Nava y la Laguna de Boada y la flora y fauna asociada.
El recorrido comienza en la dársena del Canal de Castilla en la capital palentina, en el Ramal Sur, y discurre por el camino de sirga durante aproximadamente cinco kilómetros, hasta enlazar con la antigua plataforma de la vía del tren en la esclusa 30 del Canal de Castilla.p>El lugar en el que se asienta la capital de la Tierra de Campos tiene sus orígenes en la Prehistoria, vinculándose al poblado vacceo de Pallantia, del cual deriva su nombre actual: Palencia. Esta ciudad fue, durante la Edad Media, señorío episcopal, y bajo el reinado de Alfonso VIII se fundó en ella la primera universidad de España. Aunque el Camino Natural no entra en la parte antigua de la ciudad, el visitante puede acercarse a visitar algunos de sus importantes monumentos como la catedral de San Antolín, conocida como “La Bella Desconocida” que alberga la única cripta visigoda del país; la iglesia de San Miguel o la iglesia de San Francisco. También el Cristo de Otero (del artista palentino Victorio Macho), desde donde se pueden apreciar unas espectaculares panorámicas de la ciudad.
Aproximadamente a un kilómetro y medio del inicio, el camino cruza la antigua carretera P-901, donde se encuentra con el carril bici de la ciudad de Palencia, y sigue por el camino de sirga durante unos tres kilómetros junto al Canal de Castilla. Este Canal es una histórica obra de ingeniería hidráulica que recorre la Meseta desde las estribaciones de la cordillera Cantábrica hasta el corazón de Castilla, a lo largo de 207 km.
A poco más de cuatro kilómetros del inicio el camino, este se adentra en la antigua plataforma de la vía del tren. Un kilómetro más adelante, se pasa sobre la cañada de la Mendoza, mediante una pasarela. En este punto existe un panel explicativo sobre la importancia de las vías pecuarias de la zona. El paisaje de cultivos y barbechos que se puede observar desde aquí, será la tónica general durante todo el recorrido, cambiando solo cuando el Camino atraviesa las trincheras excavadas para el uso del ferrocarril o por los diferentes cruces con caminos de acceso a fincas.
Retornando la marcha, nos adentramos en la población de Villamartín de Campos, donde se encuentra la primera estación del antiguo tren, que actualmente está derruida. En esta localidad el caminante puede visitar la iglesia del Salvador y el Palacio de los Martín-Ovejero, un palacio hidalgo del siglo XVIII, que aún conserva una bella fachada rococó.
Se sigue recorriendo la ruta, y una vez sobrepasado el punto kilométrico siete se observan a ambos lados del sendero los cultivos típicos de esta zona: los cereales. Principalmente se cultiva trigo y cebada ya que son los más idóneos debido a las características del suelo: profundo, arcilloso y poco ácido; y del clima: inviernos fríos, veranos áridos y lluvias concentradas en otoño y primavera.
Pasados casi dos kilómetros desde el cruce con la cañada de la Mendoza, el caminante se encuentra con la primera área de descanso, donde podrá hacer un alto en el camino en sus mesas y bancos a la sombra, y a su vez coger fuerzas para seguir la ruta.
En el punto kilométrico 12, el caminante se encuentra la segunda área de descanso del recorrido, a las afueras de Villamartín de Campos, donde se podrá disfrutar de una parada en sus bancos y mesas.
Se avanza a lo largo del camino, y se ve un paisaje salpicado por palomares, construcciones típicas de Tierra de Campos, que suelen estar ubicados a las afueras de los pueblos. Se trata de edificios macizos de planta circular con una pequeña puerta de acceso y su función es la cría de pichones y el aprovechamiento de la palomina.
Cuatro kilómetros después de abandonar Villamartín de Campos, el camino cruza la carretera PP-9201, para alcanzar a la tercera área de descanso con mesas, bancos y una fuente, al lado de la antigua estación de Mazariegos, que ha sido rehabilitada. Junto a ella se ha levantado una moderna Torre Mirador, desde la cual se observan unas impresionantes vistas de la comarca de Tierra de Campos.
El caminante tiene la opción de entrar en el pueblo de Mazariegos a 500 m, y visitar la iglesia Parroquial de la Asunción que data del siglo XVI. En este punto, y alejado dos kilómetros de la ruta se sitúa la Laguna de la Nava, que el caminante puede visitar.
A partir de este momento y hasta el final del Camino, se entra en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) La Nava-Campos Sur. Esta zona es importante por la presencia de especies entre las que destacan las esteparias como la garza, avutarda, grulla o ganso y las rapaces como el aguilucho cenizo, el cernícalo y el búho campestre que se pueden ver durante el recorrido sobrevolando los cultivos al acecho de lagartijas, ratones o insectos de los que alimentarse.
A cuatro kilómetros y medio de la Torre Mirador de Mazariegos se cruza el río Valdeginate mediante una pasarela. En este punto es posible disfrutar de un espectacular paisaje: una estepa interminable, donde apenas destacan algunas lomas por donde discurren ríos únicamente en invierno y la vegetación natural se restringe a los linderos de las fincas, siendo la avena, la amapola y el cardo las especies más representativas.
Aproximadamente un kilómetro después de la pasarela sobre el río Valdeginate, se cruza la carretera PP-920, y el camino llega enseguida a la última área de descanso que está situada junto a la antigua estación, hoy derruida, muy cerca de la población de Baquerín de Campos, pero sin adentrarse en el pueblo. El caminante a 400 metros de aquí podrá visitar la majestuosa Iglesia de Santa María de Arvis, que data del siglo XVI, y está declarada como Bien de Interés Cultural (BIC).
Siguiendo los hitos, y a tres kilómetros y medio de la última área de descanso, se vuelve a cruzar el río Valdeginate de nuevo mediante una pasarela. En este punto, a unos seis kilómetros de la ruta, se encuentra la Laguna de Boada, que el caminante puede visitar.
Se avanza durante aproximadamente 700 m y se cruza la carretera PP-9221 para llegar a la estación de Castromocho, la última del recorrido. El caminante tiene la opción de entrar en el pueblo de Castromocho situado a 500 m, y visitar las iglesias de Santa María de Colaña y de San Esteban, que datan del siglo XV y XVI respectivamente.
Desde la estación de Castromocho, a 3,6 km, se finaliza el recorrido en el punto en el que el Camino Natural del Tren Secundario de Castilla se encuentra con el Ramal de Campos del Canal de Castilla, estando indicado por el panel informativo de Caminos Naturales.
En la actualidad, la Laguna de la Nava es un humedal completamente artificial, recuperado y gestionado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. La existencia de esta laguna es el fruto del esfuerzo y la cooperación entre diferentes entidades, colectivos y administraciones.
La Laguna de la Nava, es uno de los espacios más importantes de toda la Comunidad Autónoma desde el punto de vista faunístico. Están catalogadas 253 especies de vertebrados, destacando sin duda, las 221 especies de aves, que suponen algo más del 41 % de las especies de aves de España.
La laguna posee una extensión de 307 ha, dividida en dos partes iguales, separadas por la carretera que une Mazariegos con Fuentes de Nava y con distinto régimen de uso. Una de las mitades se destina exclusivamente a conservación (aves) y la otra se aprovecha conjuntamente con los ganaderos de Fuentes de Nava (pastoreo). En estas últimas 150 has, conservación y pastoreo conviven en perfecta armonía.
La Nava es una laguna somera, cuya profundidad es de solo 35 cm. Sin embargo existen sectores más o menos extensos con mayor profundidad, que superan ligeramente el metro. Debido al carácter artificial, el agua procedente del Canal de Castilla es introducido todos los años en el mes de octubre por personal de la Consejería de Medio Ambiente. La intención, es imitar dentro de lo posible, el ciclo natural de la laguna: inundación en otoño e invierno y desecación durante el estío.
Es un humedal situado en el término municipal de Boada de Campos, en la provincia de Palencia. De carácter estepario, se encuentra ubicada en una hondonada endorreica que condiciona sus características halófitas. Fue recuperada en 1998 hasta alcanzar progresivamente las 60 ha de extensión. Está incluida dentro de las 39.000 ha de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) La Nava-Campos Sur.
Esta laguna fue desecada en la década de los 70 durante el proceso de concentración parcelaria con el fin de aumentar la superficie agrícola de Tierra de Campos. Antes de su desecación, la laguna abarcaba aproximadamente 100 ha. A finales de la década de los 90, el Ayuntamiento de Boada de Campos, propietario de buena parte de los terrenos, firmó un acuerdo con la Fundación Global Nature para el arrendamiento de los mismos, de cara a la restauración de la laguna.
En 1998, mediante el trasvase de agua procedente del Canal de Castilla a través de un arroyo, se consiguió recuperar el humedal. Este humedal permanece inundado unos nueve meses al año, de octubre a julio, y se alimenta del agua de lluvia, recibiendo aportes puntuales del Canal de Castilla a través del arroyo Madre.
El humedal representa un lugar de gran importancia para multitud de aves migratorias y nidificantes como cigüeñuelas, avefrías, tarros blancos, fumareles cariblancos y zampullines cuellinegros, además existe un proyecto específico para la conservación del carricerín cejudo, especie bajo la catalogación de “globalmente amenazada”.