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¡AVISO IMPORTANTE!: ESTA ETAPA SE ENCUENTRA ACTUALMENTE INCOMPLETA. PRÓXIMAMENTE PODRÁ RECORRERSE EN SU TOTALIDAD DESDE LA CIUDAD DE SORIA HASTA CIRIA
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El ferrocarril se despide de la capital soriana, que ha sido residencia de las musas para grupos de pop-rock de los años 80 y para grandes escritores que al igual que el tren, se adentraron en los campos de Gómara. El viajero protegido por las sierras de Aleza y del Costanazo alcanza Ciria a los pies de la sierra de la Virgonia, terminando de recorrer esta provincia.
Tras abandonar Soria, el tramo comienza en el conocido como Polígono de Valcorba, donde después de algo más de cuatro kilómetros se alcanza la localidad de Martialay y poco después su antigua estación (apartadero), dotada de un área de descanso con todo lo necesario para tomarse un respiro. El panel interpretativo allí ubicado permite conocer en detalle los hitos más destacados de esta ruta, pero además del ya mencionado panel se encuentra otro de menor tamaño donde se analiza pormenorizadamente este tramo desde el punto de vista del usuario cicloturista, ofreciendo información de gran interés que permite realizar una correcta planificación que conlleva un óptimo disfrute del viaje.
Continuando por el itinerario, con el paisaje dominado por tierras de cultivo, de cereal de secano en su mayoría, el usuario deja a ambos lados del camino pequeñas localidades que se divisan a poca distancia del trazado, como son: Duáñez, Cubo de Hogueras, Carazuelo... Poco después de superar el décimo kilómetro de recorrido se alcanza la antigua estación de Candilichera, actualmente en ruinas, que cumplió funciones de apartadero en los tiempos en que el ferrocarril Santander – Mediterráneo se encontraba en uso.
El usuario se encuentra ya inmerso en los Campos de Gómara donde destacan entre las tierras de cultivo pequeñas lagunas como la laguna Honda, la laguna de la Herrada, la laguna Herrera y muchas otras que forman el conocido como Complejo Lagunar del Campo de Gómara. En este enclave se puede disfrutar de gran diversidad de fauna, fundamentalmente aves, que incluso utilizan estas lagunas como parada en sus grandes viajes migratorios, pudiendo divisar enormes bandadas de grullas (Grus grus).
Continuando con el viaje ferroviario se alcanza el área de descanso de Cabrejas del Campo, muy cerca de esta población, donde metros después aparece su antigua estación de tren. El viaje prosigue divisando a la izquierda la monumental población de Almenar de Soria, donde sobresalen su castillo y la ermita de la Virgen de la Llana. A la derecha del trazado sobre una loma se alza la ermita de San Cristóbal de la cercana localidad de Aliud. Sin más dilación se alcanzan los grandes silos de almacenamiento de cereal situados junto al punto kilométrico 20 y a la antigua estación de Gómara – Almenar – Albocabe, siendo esta infraestructura de gran importancia en el pasado por el transporte de esta materia prima.
El usuario llega a la pasarela de madera que supera el arroyo de la Vega, alzándose dominante en el paisaje la sierra de Aleza que contrasta con los cultivos de cereal. Poco a poco se gira a la izquierda con los ángulos de giro típicos de un trazado ferroviario, acercándose a la población de Portillo de Soria donde la ermita de la Virgen de Silos da la bienvenida al viajero. La antigua estación de Portillo de Soria se encuentra poco después.
En continua pero ligera ascensión, se avanza divisando a la derecha del trazado la sierra del Costanazo junto a pequeñas poblaciones como Torrubia de Soria o Tordesalas, alcanzando el punto kilométrico 37 al mismo tiempo que la antigua estación de Tordesalas. Un área de descanso completamente dotada para recuperar fuerzas y que permite al viajero disfrutar de la sierra del Costanazo y de la bella población encaramada a ella, Sauquillo de Alcázar.
El monte mediterráneo va ganando terreno a los cultivos a medida que se avanza hacia la sierra de Vigornia, apareciendo formaciones de encina (Quercus ilex) y quejigo (Quercus faginea). Se supera la carretera N-234 por un antiguo puente reconstruido según el modelo ferroviario original, con firme revestido en madera para el paso de senderistas y cicloturistas. A partir de aquí el trazado avanza en ligero descenso y tras vislumbrar a la derecha del trazado la ermita de Ntra. Sra. de la Serna, empiezan a aparecer formaciones vegetales en las que la sabina albar (Juniperus thurifera) es la protagonista.
Después de sobrepasar el punto kilométrico 41 se divisa el castillo de Ciria para iniciar el paso por el interior del túnel de Ciria de 245 metros de longitud con iluminación artificial (al ser un túnel en curva y no estar acondicionada la anchura del firme en su totalidad se recomienda llevar una linterna por seguridad).
A la salida del túnel, Ciria se alza con todo su esplendor sobre la loma en la que se asienta con la iglesia de Santa Maria la Mayor sobresaliendo del resto. Finalmente se avanza divisando el lecho del río Manubles hasta llegar al límite provincial con Zaragoza, lugar en el que se pone el punto final al Camino Natural del Santander – Mediterráneo en su tramo Valcorba – Ciria.
Ciudad y capital de la provincia a la que da nombre. Está situada en un enclave estratégico a orillas del río Duero lo que la dota de interés para el ser humano desde tiempos ancestrales, como atestiguan las pinturas rupestres datadas entre el 3000 y 2000 a.C. encontradas en el entorno del monte Valonsadero.
El patrimonio arquitectónico se centra tanto en el núcleo urbano como en las inmediaciones del río Duero, destacando la iglesia de Santo Domingo en la ciudad y la ermita de San Saturio y los monasterios de San Juan de Duero y San Polo en las cercanías del río.
El vasto patrimonio natural que presenta Soria se ve reflejado en su gastronomía, destacando la riqueza micológica y los eventos celebrados en torno a ella, como el Congreso Internacional de Micología.
Las festividades no son menos importantes, destacando la semana de fiestas patronales en honor a San Saturio.
Municipio soriano enclavado estratégicamente en el cañón del río Manubles, pudiendo estar relacionado con el origen de su nombre. Esta ubicación ha sido de vital importancia desde tiempos ancestrales, siendo en la época medieval lugar de conflictos fronterizos entre castellanos y aragoneses.
Del patrimonio arquitectónico cabe destacar la iglesia parroquial de Santa María la Mayor y las ermitas de la Virgen de la Serna y de la Virgen del Espino. Pero sin duda el monumento más importante de Ciria es su fortaleza medieval de origen árabe, construido en mampostería ajustándose perfectamente al terreno sobre el que se asienta.
La riqueza natural del entorno se compone de sabinares de sabina albar (Juniperus thurifera) y de masas de quercineas. Lugares que combinados con las tierras de cultivo de cereal ofrecen a la fauna todo un ecosistema donde vivir, pudiendo observarse liebres, conejos, perdices, corzos y jabalís.
La economía de municipio se basa en la agricultura y la ganadería, manteniéndose distintas tradicionales ligadas a ella. La patrona de la localidad es la Virgen de la Serna celebrándose las fiestas en su honor el 23 de agosto.
- Tramos compartidos con senderistas.
- Tránsito habitual de ganado sólo en algunos tramos.
- Maquinaria agrícola en las inmediaciones.
-Infórmate sobre los aspectos técnicos de la ruta y sobre la meteorología del día.
-Cuida del medio ambiente. Procura no molestar a los animales ni deteriorar la vegetación. Respeta las zonas privadas.
-Debes dar prioridad a los peatones y cumplir con las normas generales de circulación.
-El entorno por el que vas a circular es abierto, de libre circulación y escenario de múltiples actividades (deportivas, forestales, ganaderas y agrícolas). Mantén una actitud comprensiva, prudente, responsable y respetuosa.