El Hierro es la isla más pequeña y occidental de las islas que conforman el archipiélago canario. Con apenas 278 kilómetros cuadrados de superficie, alberga un rico patrimonio natural y una gran diversidad de ecosistemas, cuya preservación ha llevado a que el sesenta por ciento de su territorio se encuentre protegido por ley. En el año 2000, la UNESCO se sumó a este reconocimiento, declarando a la menor de las Islas Canarias como Reserva de la Biosfera. Este pequeño tesoro de la biodiversidad contiene una sorprendente variedad paisajística, desde las excelentes muestras de sabinares y densos pinares de pino canario, hasta las zonas rocosas y los grandes acantilados, sin olvidar los relevantes monumentos geológicos y coladas de lava que ponen de manifiesto su origen volcánico.
La Red de Espacios Naturales Protegidos de Canarias en El Hierro recoge las mejores muestras de vegetación de la isla, como el fayal-brezal, el cardonal o el tabaibal, donde no faltan los endemismos, así como una rica variedad de hábitat que albergan distintas especies amenazadas, como el lagarto gigante de El Hierro.
Con un perímetro litoral de algo más de 107 km, la ineludible presencia del mar invita a su contemplación desde numerosos puntos de la isla. Sus costas agrestes y escarpadas esconden playas y piscinas naturales que, a veces, son de difícil acceso. En sus aguas se encuentra uno de los fondos marinos de mayor valor de Canarias: la Reserva Marina de La Restinga-Mar de las Calmas, orientada a la conservación de la gran variedad de especies sumergidas en ella.
Los paisajes de El Hierro poseen, además, importantes vestigios de su pasado histórico, como cuevas y recintos de sus primitivos pobladores, los bimbaches, que dejaron su impronta sobre el territorio en numerosos yacimientos arqueológicos distribuidos por toda la isla, poniendo de manifiesto los distintos modos de vida desarrollados a lo largo de los siglos por el hombre en su interacción con el medio natural.
El Hierro se ha convertido en los últimos años en un destino inigualable para la práctica de deportes relacionados con la naturaleza. El senderismo se practica por decenas de caminos tradicionales que enlazan las poblaciones entre sí. Por sus calzadas de piedra seca han caminado los herreños hasta hace pocas décadas para realizar sus labores del campo o para alternar sus domicilios según la época del año. El Camino Natural por los senderos tradicionales de El Hierro recoge parte de estos caminos y veredas tradicionales mediante dos senderos de gran recorrido: el GR-131, que atraviesa la isla por su centro de norte a sur, y un sendero circular que propone un recorrido perimetral de la totalidad de la isla, ofreciendo así una oportunidad única para conocer la gran riqueza natural y cultural de El Hierro en toda su amplitud.