España cuenta con la mayor extensión del cultivo del viñedo a nivel mundial, estando presente en todas las CCAA, teniendo una elevada importancia económica, social y medioambiental, debido a la numerosa red de agentes económicos implicados en la cadena de valor del sector vitivinícola, no solamente en el campo, sino también en la elaboración y producción, comercialización y distribución del vino y los productos vínicos, además de las empresas de suministros y maquinaria.
El sector vitivinícola es uno de los principales protagonistas del comercio exterior español, presenta una balanza comercial positiva, siendo España el principal exportador mundial de vino en términos de volumen y el tercero en términos de valor.